dissabte, de març 08, 2008

La niña

En estos agitados días de campaña electoral se ha hecho famosa la expresión de la niña de Rajoy. Todo empezó en el primer debate televisivo cuando el líder popular cerró su intervención con la metáfora de una imaginaria niña que vivía en sus supuestos mundos de Yuppie. "Yo quiero que la niña que nace en España tenga una familia y una vivienda y unos padres con trabajo. Esto es lo mínimo que debemos exigirnos para todos, una familia, una vivienda y unos padres con trabajo. Yo me esforzaré especialmente para que la familia esté atendida, y la vivienda se pueda conseguir y para que no falte trabajo. Quiero conseguir que esa niña, nazca donde nazca, reciba una educación, una educación como la mejor. Quiero que se pueda pasear por todo el mundo sin complejos, porque sabrá idiomas y porque tendrá un título profesional que se cotice en todo el mundo." Esto es, la niña convertida en un icono del Estado de Bienestar.... Aunque con esta descripción, yo creo que la niña de mayor se va a hacer socialdemócrata.
El otro lado contraatacó vía Alfonso Guerra (¡pero que gracia tiene el jodio seviyano!): "Se busca a una niña, lleva un bonobús, responde al nombre de Esperanza, va acompañada de un abuelito jubilado de Endesa, se han perdido. Por favor, llamar a sus padres, Mariano y José Mari, calle Conferencia Episcopal, 1". Y vía Carme Chacón: "... yo he sido la niña de Felipe. Cuando ganaste yo solo tenia 11 años, todo lo bueno que me ha pasado ha sido contigo... las mejores cosas que le han pasado a este pais, empezaron a pasarle contigo".
Y otros lados más radicales ironizaron sobre la niña del exorcista (inolvidable Linda Blair, un día de éstos te dedico un "Mujeres que fuman") o sobre que la niña había encontrado su verdadera sexualidad y había cambiado de acera.
Pero la sinrazón ha querido que esta jornada preelectoral haya vuelto a estar marcada por el asesinato indiscriminado. Un anónimo trabajador ha caído muerto por los pistoleros de ETA. Deja viuda y tres huérfanos. La niña mayor de Isaías Carrasco, Sandra, tenía familia, vivienda y padres con trabajo. Y digo tenía, tercera persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo del verbo tener, porque ya no tiene padre, tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo tener.
Porque "... mi padre murió por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas. Era un hombre valiente que ha dado la cara y los que lo han matado son unos cobardes. Unos cobardes sin cojones. Pero sobre todo pido un cosa: y es que el asesinato de mi padre no sea manipulado por nadie. Eso no lo vamos a tolerar. Yo, mi madre, todos iremos a votar. Los que quieran solidarizarse con nuestro dolor, que acudan masivamente a votar el domingo. Para decir a los terroristas que no vamos a dar ni un solo paso atrás. Son unos hijos de puta".
Nada que añadir.