dimarts, d’octubre 09, 2007

Pero, señoría... ¿usted de que parte está?

La jueza Ana Ingelmo ha impuesto la lengua castellana en el juicio que ha empezado a celebrarse esta semana y que juzga a los presuntos autores de la muerte de Josep Maria Isanta, durante las fiesta de la Patum del 2005.
Un testigo estaba declarando en catalán, aunque el fiscal le hacía las preguntas en castellano, mientras, el juicio seguía su curso sin que nadie protestara. En ese momento, la jueza preguntó a las partes si todo el mundo podía seguir la declaración en catalán, y dos de los acusados levantaron el brazo haciendo constar que no entendían esta declaración. Esto motivó que la magistrada comunicara al testigo que tenía que usar el castellano, mientras los abogados de la acusación protestaban ya que el testigo, catalanoparlante, se expresa mucho mejor en su lengua materna. La jueza argumentó que el derecho de defensa es superior al derecho del testimonio a usar una lengua u otra, y afirmó que "los auténticos protagonistas son los acusados" mientras citaba el artículo 3 de la Constitución Española- que indica la obligatoriedad de conocer el castellano.
¡Pero que es eso que comunicó al testigo que tenía que usar el castellano!.
¡Tendría que haber suspendido el juicio y buscar un traductor para la declaración de ese testigo!
La jueza en cuestión es la misma que en 1997, sentenció que «es menos reprochable» la violación dentro del matrimonio. Rebajó a dos años, frente a los 10 años que pedía el fiscal, la condena contra un hombre, del que, según la sentencia, «ha quedado probado el acceso carnal, penetración vaginal, en contra de la voluntad de la víctima, que se vió forzada a ello, por la conducta desplegada por el acusado y concurren todos los elementos configuradores del delito de agresión sexual». Y lo considera menos grave por el mero hecho de que lo cometiera un marido contra su mujer en el seno del hogar. «El delito cometido entre familiares será menos reprochable que el cometido entre extraños». Sostiene, sin embargo, que «él no aceptaba su separación» y, por tanto, «ella aún era su esposa». (+info)
A tipas así no las dejo presentar ni a delegadas de 3º de primaria.